Vacúnese contra la gripe
La gripe puede ser muy grave y hasta mortal para los adultos mayores. Cada año la cifra de muertes por causas relacionadas con la gripe va en aumento. El noventa por ciento de las muertes por gripe y más de la mitad de las hospitalizaciones por gripe ocurren en personas de 65 años en adelante.
Vacunarse significa no sólo protegerse a sí mismo, sino también evita el contagio de la gripe a esposos, hijos o nietos.
El virus de la influenza y la bacteria neumococo producen una infección respiratoria grave tipo neumonía, que pone en peligro la vida. Ambas son muy contagiosas de persona a persona, por el aire expulsado o por las secreciones de boca, nariz o bronquios de los enfermos.
Otras enfermedades del corazón o riñón, diabetes, parkinson, etc., aumentan el riesgo de enfermar, complicarse o morir.
La gripe simula un resfriado común; en poco tiempo la persona enferma seriamente, con fiebre alta, tos seca, malestar general, dolor ardoroso en el pecho, dolor de cabeza y garganta. Se debe guardar reposo y tomar muchos líquidos. La alerta para hospitalizar de inmediato al enfermo es la dificultad para respirar.
La mejor manera de prevenir estas infecciones es mediante la vacunación.
La vacunación no produce ni resulta en la enfermedad que se quiere prevenir; los cuadros de enfermedad respiratoria pueden coincidir con ella. La vacunación no cambia la aparición de molestias y problemas respiratorios durante el invierno. Esto no debe de influir en la necesidad de protegerse mediante la vacunación.
Además, debe tomar medidas de prevención diarias
Mantenga su salud poniendo en práctica estos hábitos saludables:
• Evite el contacto con personas que estén enfermas de gripe
• Guarde reposo en su hogar cuando esté enfermo
• Cúbrase la boca al toser o estornudar
• Lavarse las manos frecuentemente
• No se toque los ojos, nariz o boca
• Duerma bien, manténgase físicamente activo, controle su estrés, beba abundante líquido y consuma alimentos nutritivos
Los síntomas de la gripe incluyen fiebre, tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal, dolores corporales, dolor de cabeza, escalofríos y fatiga. Algunas personas también pueden tener vómitos y diarrea. Las personas pueden contagiarse con el virus de la gripe y presentar síntomas respiratorios sin fiebre.
Importante: se recomienda vacunar a familiares, principalmente niños (desde los 6 meses), al personal de salud y a cuidadores de adultos mayores para disminuir en ellos la frecuencia de estas enfermedades y sus complicaciones. Cuando se tenga una enfermedad aguda con fiebre y malestar, deberá esperarse a que se resuelva este problema o enfermedad y luego vacunarse.
La gripe puede ser muy grave y hasta mortal para los adultos mayores. Cada año la cifra de muertes por causas relacionadas con la gripe va en aumento. El noventa por ciento de las muertes por gripe y más de la mitad de las hospitalizaciones por gripe ocurren en personas de 65 años en adelante.
Vacunarse significa no sólo protegerse a sí mismo, sino también evita el contagio de la gripe a esposos, hijos o nietos.
El virus de la influenza y la bacteria neumococo producen una infección respiratoria grave tipo neumonía, que pone en peligro la vida. Ambas son muy contagiosas de persona a persona, por el aire expulsado o por las secreciones de boca, nariz o bronquios de los enfermos.
Otras enfermedades del corazón o riñón, diabetes, parkinson, etc., aumentan el riesgo de enfermar, complicarse o morir.
La gripe simula un resfriado común; en poco tiempo la persona enferma seriamente, con fiebre alta, tos seca, malestar general, dolor ardoroso en el pecho, dolor de cabeza y garganta. Se debe guardar reposo y tomar muchos líquidos. La alerta para hospitalizar de inmediato al enfermo es la dificultad para respirar.
La mejor manera de prevenir estas infecciones es mediante la vacunación.
La vacunación no produce ni resulta en la enfermedad que se quiere prevenir; los cuadros de enfermedad respiratoria pueden coincidir con ella. La vacunación no cambia la aparición de molestias y problemas respiratorios durante el invierno. Esto no debe de influir en la necesidad de protegerse mediante la vacunación.
Además, debe tomar medidas de prevención diarias
Mantenga su salud poniendo en práctica estos hábitos saludables:
• Evite el contacto con personas que estén enfermas de gripe
• Guarde reposo en su hogar cuando esté enfermo
• Cúbrase la boca al toser o estornudar
• Lavarse las manos frecuentemente
• No se toque los ojos, nariz o boca
• Duerma bien, manténgase físicamente activo, controle su estrés, beba abundante líquido y consuma alimentos nutritivos
Los síntomas de la gripe incluyen fiebre, tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal, dolores corporales, dolor de cabeza, escalofríos y fatiga. Algunas personas también pueden tener vómitos y diarrea. Las personas pueden contagiarse con el virus de la gripe y presentar síntomas respiratorios sin fiebre.
Importante: se recomienda vacunar a familiares, principalmente niños (desde los 6 meses), al personal de salud y a cuidadores de adultos mayores para disminuir en ellos la frecuencia de estas enfermedades y sus complicaciones. Cuando se tenga una enfermedad aguda con fiebre y malestar, deberá esperarse a que se resuelva este problema o enfermedad y luego vacunarse.
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